jueves, 30 de julio de 2009

Cada vez menos

Cada vez confío menos en la gente. No ha sido algo que me haya parado a reflexionar; ni he tomado ningún tipo de "medida cautelar" para forzarme a hacerlo. Simplemente ha pasado. Está pasando. No me fio. No me creo ni la mitad de lo que cuentan; que por otra parte siempre es más de lo que un sabio prudente recomendaría.

Y cuando alguien se acerca de manera inesperada, pienso "algo querrá". Se ha convertido en un proceso automático. Y ya no apuesto por nadie.

Parece que al final es cierto. El hombre tropieza muchas veces con la misma piedra; pero acaba aprendiendo. Un par de lecciones, a lo sumo. Suficientes

Acabas aprendiendo que hay poca gente de la que fiarse (si con suerte hay alguna). Y que el movimiento se demuestra andando: aquellos que están dispuestos a darlo todo por ti, no perderán su tiempo en informarte sobre ello. Simplemente lo harán. Pero esos son solo unos cuantos casos excepcionales. Y yo aún me pregunto si me habré tropezado con alguno.

miércoles, 29 de julio de 2009

Ajuste de cuentas

He arreglado las cuentas y el resultado final no ha sido demasiado satisfactorio. Uno por uno he ido haciendo y deshaciendo cifras y nudos. Y salgo con la impresión de que algunos amigos parecen banqueros; te ofrecen el mínimo interés... a cambio de comerse tus beneficios.

Es un poco decepcionante. Me veo persiguiendo a gente y tratando de razonar con ellos. Y se llaman amigos, pero hablan de orgullo. Exigen respeto, pero no miden la magnitud de sus palabras. Ni un ápice.

En el fondo, son tan prescindibles en mi vida, como yo en la suya. La diferencia radica en que al menos yo lo sé, mientras que muchos de ellos aún se piensan el centro del universo. Pese a todo transijo, cedo. Porque en algún momento aprendí que el cariño, también requiere de esfuerzos. Y me acerco con la mano tendida una vez más, con intención de arreglar las cosas, olvidando el resentimiento que ellos no han sabido apartar cuando la herida era mutua. Y dudan, en un intento por hacer prevalecer sus opiniones.

Todo tan ridículo, como apuntar el número de rencores en una agenda. Todo esto que debiera ser tan fácil, entre amigos.

viernes, 24 de julio de 2009

Primera derrota


(o Si el corazón pensara dejaría de latir)

Finalmente, viéndoles guerrerar como quien ayuda al vecino a cuidar a un familiar enfermo, la idea de que eran hombres nacidos para la derrota conviritió a aquellos milicianos en un inventario de cadáveres. Siempre lleva las de perder el que más muertos sepulta.

La primera vez que el capitán Alegría estuvo cerca del riesgo fue, precisamente, el día que comienza esta historia. Su decisión no fue la de unirse al enemigo sino rendirse, entregarse prisionero. Un desertor es un enemigo que ha dejado de serlo; un rendido es un enemigo derrotado, pero sigue siendo un enemigo. Alegría inisistió varias veces sobre ello cuando fue acusado de traición. Pero eso ocurrió más tarde.

En una confidencia inoportuna que días más tarde utilizaría el fiscal militar para pedir su muerte con ignominia, Alegría confesó a un suboficial intachable que los defensores de la República hubieran humillado más al ejército de Franco rindiéndose el primer día de la guerra que resistiendo tenazmente, porque cada muerto de esa guerra, fuera del bando que fuera, había servido sólo para glorificar al que mataba. Sin muertos, dijo, no habría gloria, y sin gloria, sólo habría derrotados.

(Los girasoles ciegos, Alberto Méndez)


No sé exactamente cuando empecé a dejarme vencer. Pero esta es mi derrota, sin dudas. Me he rendido. Por una vez, una única vez, no seré yo la que ande de un sitio a otro tratando de arreglarlo todo. No voy a ser, de nuevo, la que salga a la calle ondeando la bandera blanca.

Por una vez, una única vez, me gustaría saber cuántos están dispuestos a hacer mi camino a la inversa. Cuántos vendrán a buscarme. Cuántos se arriesgarán para seguirme. Cuántos me tenderán una mano. Cuántos pondrán claveles en las trincheras.

Apuesto a que serán pocos. Esta es mi derrota.


®Bicho

Imagen: Audrey Kawasaki

Me quieren anochecer


Manos crispadas me confinan al exilio.
Ayúdame a no pedir ayuda.
Me quieren anochecer, me van a morir.
Ayúdame a no pedir ayuda.

(Alejandra Pizarnik)


No voy a pedir ayuda, pero es cierto que se está anocheciendo todo. El verano siempre es así, un poco sombrío, un poco extraño. Y yo estoy cansada de persistir, siempre del lado de lo correcto. Estoica. Aislada y segura como la roca.

jueves, 23 de julio de 2009

I don't care

Y esto es lo que toca ahora



...I don't care what you think,
As long as it's about me
The best of us can find happiness
In misery...

Bautismo


Soy una mujer de recursos (afortunadamente). Y como ahora a la gente le ha dado por apodar con mi apodo a los apodados para los que no encuentran otro apodo; he decidido deshacerme de él.
Bicho ha muerto.
A partir de ahora
podéis llamarme
Rupinaya Murtiklaü Poponskinivi

Por ejemplo. No creo que nadie quiera utilizar también este nombre. Pero bueno, si alguien lo necesita, lo volveré a ceder; porque soy así de generosa; y encontraré otro. Personal y genuino.

Y no tengo ningún problema. Cuando alguien intenta usurpar mi identidad, yo voy y me invento otra. Y todos contentos.

Porque yo soy yo; y el resto va desfilando de puntillas.


P.D.- Aunque bueno, tampoco os lo creais del todo, ya sabéis aquello que dicen de "bicho malo nunca muere" ^^


(Y para mala, mala, yo. Todo el mundo lo dice).

Brrrrr!


Despertarse con dolor de cabeza debe ser una especie de castigo divino.

(Y yo debo ser muy mala, porque de cuello hacia arriba, todo es tortura. Brrrr!)

miércoles, 22 de julio de 2009

Cuestión de eclipses


El eclipse solar más largo del siglo.


Aunque desde aquí no se ha visto, sé que lo ha alborotado todo. Porque lo eclipses son así.

Déjame vivir


Déjame vivir
Libre
Libre como el aire
Me enseñaste a volar
Y ahora
Me cortas las alas.


Y no escribo nada, porque hoy ya está escrito todo.

Estampitas


En mis cruzadas con Tito Guguel ® siempre me encuentro con cosas curiosas. Pero lo de hoy no tiene precio. Ha sido como una revelación:

Alejo, mendigo (s. V)

Bella y larga es la historia de este hombre de Dios que, desde la Edad Media, alimenta la fantasía, piedad, sentimientos religiosos y deseos de entrega a Dios por parte de los cristianos. Su figura, que debió ser formidablemente llamativa y ejemplar, viene narrada en el género novelesco, llena de encanto, pródiga en situaciones que mantienen el suspense, con abundancia de escenas que alucinan y toda ella plena de actitud ejemplarizante y moralizadora. En fin, la historia de san Alejo es tan pletórica de imaginación, viveza y adornos que su autor suscita la envidia de los que escriben.

En este estupendo relato, Alejo viene descrito como el hijo único del importante, opulento y caritativo senador de Roma llamado Eufemiano. Huyó de su casa el mismo día de su boda -como otro Abrahán, solitario y eremita - llamado súbitamente a realizar la más alta de las aspiraciones y la renuncia más excelsa por el amor al Reino de Dios. Presentado Alejo por el autor de su biografía novelada como un joven que es el compendio de todas las virtudes y gracias que puede tener un ser humano, deja inconcebiblemente la casa paterna y a su dulce esposa. Quizá sucediera que recordó la exigencia evangélica de posponer todo al Reino de los Cielos y se dispuso a ponerla por obra...


No tienen desperdicio. Me voy leyendo las historias del santoral, como el que se lee una novela por capítulos. Qué gracejo natural tienen estos cristianos, qué capacidad narrativa, qué fantasía! ¡Arriba Dios, abajo el trabajo! Dejad que los ácratas se acerquen a mi, porque de ellos es el reino de los pasotas... (Uy, no, así no era...)

Aurelio, Natalia (Sabigoto), Félix, Liliosa y Jorge, mártires († 852)

Ahora los cuatro están dispuestos a buscar la solución definitiva pasando por el martirio; pero deben prepararse bien al momento decisivo. Primero, Aurelio y Sabigoto deben llevar a sus hijas al monasterio que fundaron Jeremías e Isabel; ahora es Isabel la abadesa de Tábanos y ella se encargará de cuidarlas con la dote que pondrán a su disposición; luego, sí, deben mejorar su oración, sus sacrificios, su amor a Dios. Y así comienza una nueva dimensión en sus vidas. Los cuatro están a partir un piñón cuando dan abundantes limosnas con sus bienes, comienzan a dormir en el suelo, practican el ayuno, visitan a los enfermos y hasta deciden ir -con influencias- a la prisión para dar algo de consuelo.

Fue allí donde encontraron a Flora, la virgen que es hija de mahometano y cristiana y a María, monja de Cuteclara y hermana del diácono Wilabonso, decapitado el siete de junio del año pasado. Ellas están condenadas a muerte por sacrílegas y parece que lo que esperan es un premio por su alegría y decisión. Las dos parejas fueron a consolarlas y salieron de la cárcel con fuego en sus corazones.

Conocieron en el monasterio tabanense a Jorge, un monje oriental, concretamente de Siria, que pasó veintiséis años en San Sabas, cerca de Jerusalén, enviado a África para recoger limosnas para mantener a los monjes que habían quedado allí. Es diácono, amigo de Eulogio, sencillo y servidor de todos; habla griego, árabe y latín. Se les unió desde entonces, pensando en el martirio, y ya no se les despega ni de día ni de noche.

Los cinco se han presentado ante el juez; le ponen al corriente de su fe cristiana al tiempo que afirman la falsedad de la religión que profesan todos los seguidores de Mahoma. El juez se esfuerza en hacerles recapacitar sobre su locura; les está haciendo ver la vida que tienen por delante con promesas de bienes, comodidades y honra. Todo es basura comparado con Jesucristo a quien desean servir por encima de todo. Les da cinco días de cárcel para pensar y poder reunir al Consejo porque son personas importantes por su parentela y él no quiere decidir su suerte. Ante los nuevos jueces, pareció que tenían ellos más ganas de ser condenados que los jueces en condenarles. Terminaron degollados, aplicando la ley, por maldecir al Profeta y declarar abyecta su religión.



Por favor, tengo las lagrimillas saltadas y todo. Si hasta me han entrado ganas de rezar. Qué pasión, qué caridad, qué tolerancia... ¡Todo es basura comparado con Jesucristo! ¡Puag, puag, yo os maldigo pecadores, ateillos de mierda!

¡Ay, qué trama, qué argumento! Donde se pongan las telenovelas católicasapostólicasromanas, que se quiten las demás ¿¡Quién se acuerda ya de Cristal o de Topacio!?

Me encanta. El merchandising de la iglesia es brutal... No sé como las madres del mundo les permiten a sus hijos coleccionar pamplinas de la Hanna Montuna, cuando existen estas estampitas.

Ainssss. Podéis leeros el santoral de cabo a rabo (uy, no sé si el término rabo está aceptado por las diócesis/obispdos/loquesea, por dios, por dios) en el siguiente enlace. De verdad, no tienen desperdicio.

martes, 21 de julio de 2009

Horteradas

La lista de regalos de empresa horteras y faltos de utilidad es larga; pero ni en mis peores momentos había imaginado tropezarme con esto:


Sí; ahí donde lo veis es un USB del tamaño de una catedral (literalmente), todo recauchutado. Difícil de conectar, transportar y mirar. Qué maravilla!

De menos

Me gusta cuando duermes y odio madrugar
no tienes porqué sentirte mal
Te echaré de menos hoy

Te echaré tanto de menos
Cerraré fuerte los ojos hasta verte
Sólo tengo que esperar

lunes, 20 de julio de 2009

Dogmas

Pues Ronnie era un anuncio viviente de su propio dogma de fe, según el cual, siempre y cuando tengas una camisa limpia y lo pidas amablemente, Dios te da las oportunidades que necesites.

(En la corte de Ronnie, John le Carré)



En la lista deben faltar algunos requisitos, porque el Dios que yo conozco no es amigo de las segundas oportunidades.

Por eso no me lo creo. Ni un poquito.

Hola, ola!



Ese ha sido (más o menos) mi aspecto durante el día de hoy. Y todavía dicen que no ha llegado lo peor. Así que sólo puedo decir: Hola ola de calor; adiós felicidad!

domingo, 19 de julio de 2009

La frase de la semana

Servid cien veces, negaos una, y nadie se acordará más que de vuestra negativa.



Así son las cosas. Puedes pasarte la vida soportando las neuras de los demás sin decir esta boca es mía; pero el día en que te niegas a hacer algo (aunque sea razonablemente humana la negativa); todo se va al carajo.

Después de esto piensas: ¿todo el mundo tiene derecho a TODO excepto yo?

Y es entonces, cuando te entran ganas de acabar con un puñado de imbéciles. Definitivamente.

viernes, 17 de julio de 2009

Creep



But I'm a creep
I'm a weirdo
What the hell am I doin' here?
I don't belong here

Querido Dexter

Como premio, sus hijos, Astor y Cody, habían llegado a caerme muy bien. Tal vez sea extraño, pero no obstante cierto, se lo aseguro. Si todos los demás habitantes del mundo desaparecieran de manera misteriosa, sólo me sentiría irritado porque nadie podría hacerme donuts. Pero los niños me interesan y, de hecho, me gustan. Los dos chavales de Rita habían padecido una infancia traumática, y quizá porque a mí me había pasado lo mismo sentía un apego especial por ellos, un interés que trascendía la necesidad de mantener mi disfraz con Rita.

(Querido Dexter, Jeff Lindsay)


Yo no quería, lo juro. No quería más sangre, ni más psicópatas asesinos amigos de los niños. Yo quería portarme bien, ser una buena chica, leer libros inocentes... Pero al final siempre me pervierto.

Y tal y como tengo el ánimo últimamente, es mejor que, al menos en la ficción, haya algún homicida en potencia haciendo justicia por el mundo.

MuaajaaJAaa!

jueves, 16 de julio de 2009

Permiso denegado

El derecho de admisión siempre me ha parecido una vulgaridad. Pero bueno, da la impresión de que es más oportuno decir así las cosas, que cara a cara.

Cada uno liquida el ganado como quiere. Yo soy más partidaria de los exterminios colectivos; pero denegar el acceso a según qué espacios también es una postura saludable. Al menos deja claro a qué lugar pertenece cada uno.

Y yo no tengo por costumbre acudir a sitios donde no soy bien recibida. O donde la libertad está limitada. Así que podéis estar tranquilos; no habrá allanamiento de morada.


P.D.- Estoy empezando a desconfiar de los errores de la gente y a tener fe en la mala leche de la gente.

martes, 7 de julio de 2009

Sentencias

Hay personas de las que no puedes fiarte nunca. Yo siempre sospecho de los actores y los psicólogos.

lunes, 6 de julio de 2009

Bidzilla

Cuando Bicho tiene un mal día se transforma en Bidzilla, que se parece bastante a esto:



MuUuuUJAaAJAAA. Soy terrorífica.

El vídeo se ve fatal, ¿que no?

Tonight, tonight

Tarde o temprano tengo que volver a esta canción; pero sobre todo vuelvo al vídeo. Es como una herencia, un tesoro que, de vez en cuando, desvela su escondite.


Believe, believe in me, believe
Believe that life can change
That you're not stuck in vain
We're not the same, we're different tonight
Tonight, so bright
Tonight.

We'll crucify the insincere tonight
We'll make things right, we'll feel it all tonight

We'll find a way to offer up the night tonight
The indescribable moments of your life tonight
The impossible is possible tonight
Believe in me as I believe in you, tonight

Juego de niños


Vamos a hacer como si no hubiera pasado nada. Porque los adultos, solucionamos así nuestros conflictos. Dejamos correr el tiempo y confiamos en la mala memoria del otro. Y así todo se arregla.

Últimamente se reparten muchas lecciones a mi alrededor; pero yo sigo empeñada en no aprender.

Envidio los tiempos en los que las normas estaban claras y era necesario cumplirlas para seguir jugando. Cuando éramos niños y las trampas no formaban parte de la historia. Cuando sabías que para ser perdonado tenías que decir lo siento; y el universo no dependía del orgullo ni las apariencias. Envidio ese tiempo en que valía más una palabra, que vivir castigado en un rincón, esperando que el mundo volviera a su sitio.

domingo, 5 de julio de 2009

Cultura

Aquí, en España, vivimos la cultura de la subvención y eso es imposible de combatir.

(Joan Margarit)


Mi aproximación más cercana era que en España nos gusta vivir del cuento; pero sin duda, la definición de Margarit es más acertada.

Conil Fashion Week


It's gramour time!

Oh nena, que fuertecito todo. Una pequeña incursión por los cotarros más selectos de la movida conileña y ya tengo los ojos criando malvas. Y es que el mal gusto debería estar penado por ley, o tener su propio apartado en la recaudación de impuestos; y así España sería un país mejor.

Las divinas, con esos taconazos de corcho de 20 centímetros, esos lomos ibéricos embutidos en minivestidos, esas lordas luchando por escapar de los pantalones hipermegaceñidos, los escotes en contradicción con todas las leyes de la gravedad. Unos estampaditos que lastiman la retina, como diseñados por un daltónico con mala leche. Sombrerito de vaquero y gafas de sol, complemento indispensable, te lo juro Piluca, que no salgo sin mis Rayban (aunque sea de noche). Son como el doble de Paulina Rubio: el doble de maquilladas, el doble de desproporcionadas, el doble de horteras, el doble de tocadas y retocadas, teñidas y reteñidas.

Y ellos con sus camisetas estrechas marcando musculito, tripa/loquesea y sus collares de semillas de guaraná, en una atrevida y nada deseable combinación de look kani-hippie. Todo así, como te lo cuento, Cuca. El bronceado, a juego, que oscila entre: cigala al vapor (quemaduras de grado 3: es mi primer día de playa y tengo que aprovecharlo), bermellón tostado (ayer me quemé, pero hoy quiero más) y churrasco absoluto (el dinero de la protección solar me lo gasté en litronas).

¡Qué desfile!

El maquillaje, la gomina, los pendientes, la colonia... todo medido bajo la sabia filosofía del "es mejor que sobre, que no que falte".

Y es que aquí, hace tiempo que rebasamos la barrera del glamour. Lo nuestro es más bien una cuestión de gramour, como una elegancia espesita. El buen gusto con tropezones.

viernes, 3 de julio de 2009

Conclusiones

- ¿Has pensado en volver a llamarle?
- ¿Para qué? A estas alturas... ya no sabría qué decirle.
Las palabras, como un buen ungüento, poseen un periodo preciso de aplicación; después del cual, sus efectos se encuentran mermados. A veces llegan tan tarde que ya no sirven para nada. Otras, se abusa tanto de ellas, que pierden su poder.

Se hace triste pensar, que al final, llega un momento en que las palabras no nos conducen a ningún sitio; y somos tan conscientes de ello, que tememos incluso pronunciarlas.

Onomástica


El santo del día: San Ibuprofeno.

El patrón de los currantes con dolor de cabeza. Olé.

Y a sobrevivir otro día.